viernes, 14 de octubre de 2011

Esperanza Aquirre y la liberalización

Sensación ha causado Esperanza Aguirre por liberalizar horarios comerciales. Sólo en mentes con patología estatista entra ordenar a las empresas cerrar sus puertas, lo cual equivale a echar a los trabajadores a la calle o a no contratarlos. Algunos piensan que defienden al comercio minorista con ello, cuando en realidad le causan grave daño por causárselo a la economía en conjunto.

Es ridículo tener que argumentar sobre este asunto, sencillamente dejo aquí un enlace a un interesante artículo titualado "Libertad cronometrada", de Juán Ramón Rallo. Y quien sufra de la patología confiscadora del suelo, busque por sí mismo al patólogo adecuado.

Pero mi pregunta es: ¿cuándo liberalizarán algo más las comunidades autónomas , a parte de horarios comerciales?

El mayor de todos los intervencionismos en este país es la regulación, también patológica, del suelo. La ley del suelo aprobada por Aznar pretendía liberalizarlo y fue anulada por el Tribunal Constitucional, al considerarlo competencia de las comunidades autónomas.

Esa ley hubiera aminorado la burbuja inmobiliaria: al tener ayuntamientos y comunidades autónomas intervenido el suelo, se reduce la oferta del mismo y por tanto los precios se dispararon. Ese es el motivo de nuestra marca mundial en endeudamiento privado.

Además ese intervencionismo es también sinónimo de violación de los derechos de sus propietarios. En la práctica es una confiscación del suelo. No en vano la constitución alemana garantiza que se pueda construir en cualquier finca. Y no en vano en toda Europa, salvo en España, se puede construir en cualquier terreno. Salvo, obviamente, limitaciones muy concretas debidamente justificadas.

El resultado de la libertad es visible en Alemania o en los países bajos, con densidades de población muy superiores a la española y con rentas por cabeza mayores, sin embargo los precios de la vivienda son mucho menores a los sufridos en España.

Quedan por mencionar otro efecto pernicioso: la corrupción. El gran "motor" de la corrupción en España es la recalificación del suelo. En realidad los políticos de turno tienen confiscado el grueso del suelo, declarándolo no urbanizable, lo cual reduce a casi la nada su valor. Consecuentemente, el político "aumenta de valor", al ser necesario sobornarlo y a menudo sacarse carnet del partido para poder edificiar.

¿Por qué las comunidades autónomas del PP no ponen en práctica esa liberalización del suelo aprobada por Aznar pero permitida por el TC sólo a las Comunidades Autónomas?

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