sábado, 6 de diciembre de 2008

Sin energía competitiva no hay paraíso

Un país cuyos costes energéticos no son competitivos, no puede ser competitivo.

Los políticos, por lo que se observa, no han caído en la condición necesaria de la industrialización y hasta la post industrialización si quieren: movilizar grandes cantidades de energía, que no serían posibles por medios fisiológicos humanos o animales.

Error grave que cometen, es creer que un incremento de eficiencia energética, "ahorrar", es la solución pues piensan que conllevará una disminución del consumo energético. Nada más errado. El incremento de eficiencia energética de un proceso sólo conduce al ahorro energético en ese concreto proceso. Sin embargo, precisamente por ese aumento concreto de eficiencia, por ese "ahorro" concreto, la sociedad incrementará su consumo total de energía pues estará en mejores condiciones para lanzar nuevos procesos. Esto no me lo invento, está estudiado, es un hecho. Sirva como ejemplo: cruzar la península hoy requiere mucha menos energía (y tiempo) que hace uno o dos siglos en coches de caballos o incluso que en los trenes de la época: precisamente por ello cruzamos mucha más veces la península, enviamos productos de un lado a otro para transformarlos, venderlos y consumirlos (y no ya peninsular sin planetariamente), y hasta nos desplazamos por puro ocio, con lo cual finalmente gastamos mucha más energía que nunca en transporte. Lo mismo se puede decir de iluminación, calefacción, etc.

Y algo más: nuestro gasto energético es todavía muy pequeño. La humanidad se encuentra en una "sociedad Tipo 0", como la tienen definida los físicos. Requeriremos ingentes cantidades de energía para pasar a tipo I, luego a tipo II, etc., en función de las cantidades de energía que necesitaremos para ir superando nuestros desafíos que exigen disponer de energía suficiente para doblegar al medio, hacer frente a catástrofes naturales, e ir garantizando nuestra supervivencia como especie. La energía liberada por una explosión atómica es una nadería en la naturaleza: la erupción de un volcán desarrolla una potencia que puede equivaler a miles de bombas atómicas como la de Hiroshima por minuto. Nuestra supervivencia como especie requiere cantidades de energía inmensamente superiores a las actualmente manejadas por la humanidad.

Que nadie se engañe, precisamente por ser la base del proceso productivo y de toda actividad física, y por tanto económica, si un procedimiento energético no es rentable económicamente, no puede ser de ningún modo rentable para la sociedad. Pongamos el ejemplo de los paneles solares: si fuera energéticamente rentable usar paneles solares lo sería también económicamente, lo mismo que si fuera energéticamente rentable extraer el oro disuelto en los mares lo extraeríamos. En cambio, como no es energéticamente rentable la energía solar actualmente, en algún otro lugar de la economía se está consumiento energía, de otra fuente, para pagar la subvención.

Luego por todas estas razones, una sociedad que no produce la energía del modo más económico posible será una sociedad condenada a ser arruinada por aquellas otras que la produzcan más competitivamente.

En cuanto a la manipulación ecologista, es puro discurso comunistoide, anticapitalista. Se basan en todo un discurso de frases o expresiones demagógicas: "energías renovables", "energías limpias", "energías alternativas", "equilibrio ecológico" o el último timo: "calentamiento global por efecto invernadero" (físicamente imposible). Son todas pura demagogia: no existe forma de producir energía sin alterar el medio, ni existe equilibrio en medio alguno ni en nada en la naturaleza, ni la energía se renueva.

Cuando una fuente energética cualquiera comienza a utilizarse, en pequeña cantidad, suele parecer inocua; pero en cuanto se usa masivamente se ve su profundo impacto en el medio. Así hemos visto a políticos, tan ignorantes como Zapatero, que no sabe ni interpretar el recibo de la luz, subvencionando biocombustibles: ninguno se paró a pensar (y menos a calcular) que todo el equivalente energético de toda la cadena de producción agraria mundial es sólo una pequeña fracción de la energía que consume el transporte y que por tanto pronto pasaríamos hambre si expandieran la producción de biocombustibles como ya se vio en el rápido incremento de precios de los cereales por culpa de tales subvenciones lo cual les forzó a echar el freno. Y para colmo más de un estudio asegura que se gasta más energía en producir esos biocombustible que la produce quemarlos: en el fondo, como exponía al principio, ¡por eso necesitan subvencionarlos, porque no son energéticamente rentables y hay que extraer energía de otras fuentes para producirlos!¡por eso necesitan la subvención!. Si se extrajese más energía de la necesaria para producirlos (siembra, cosecha, almacenamiento, transporte, fermentación, etc), sería rentable económicamente y no tendría que poner un euro el estado.

Pues por igual o peor camino incluso seguiría la energía solar: la densidad superficial de energía solar que se recibe en la tierra, es decir, por metro cuadrado es bajísima. Con un uso poco extendido de energía solar, como siempre, no se nota su contaminación. Pero extendiéndola al uso masivo, se requerirán inmensas extensiones de terreno: suelo retraído a cultivos, a viviendas, a infraestructuras, o al medio ambiente en general, es decir, a la flora y a la fauna que ¡vivían de la fuente energética llamada Sol!. Pero la demagogia no tiene límites: se comparará la potencia de una planta solar con la de otra fuente "no renovable" y se dirá: puede alimentar a tales miles de viviendas. Pero la realidad es que, demagogos, estarán comparando la potencia punta, que la energía solar solo puede aportar en momentos puntuales, frente a plantas que pueden estar generando la potencia de un modo sostenido (y en poco espacio). Y por supuesto no le informan a la población de sus inconvenientes: no es eterna pues los paneles se degradan con el tiempo, tienen mantenimiento, los procesos de fabricación exigen tanto consumo energético que en muchos casos no se va a recuperar nunca, etc. Probablemente los paneles fotovoltaicos fuera, en uso masivo, la más contaminante, la más alteradora del medio, de cuantas fuentes se les ha ocurrido a los humanos: en el caso extremo el ser humano puede llegar rodear al sol de una esfera fotovoltaica para aprovechar toda su energía.

Hay que ser muy ignorante en energías para pensar que puede ser rentable subvencionar energía (y sí, estoy llamando ignorantes a los ministros que han pensado lo contrario y dilapidado nuestro capital en esas subvenciones, haciendo por cierto caso omiso por puras razones políticas a los informes de sus propios técnicos del ministerio). Ahora lo pagamos los ciudadanos, no sólo en la factura de la compañía eléctrica sino, lo que es peor, en nuestra baja competitividad económica cuyos demoledores resultados estamos viendo en paro. Pero eso sí, era rentable en votos: pues que sepan quienes votando apoyan estos disparates, que también ellos pueden probar el paro (situación de mínimo consumo energético del humano actual).

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