jueves, 15 de marzo de 2007

Anexión Navarra al País Vasco: el referéndum trampa

José Luis Rodríguez Zapatero ha impuesto en Navarra, candidatos al Parlamento Navarro y al Ayuntamiento de Pamplona a dos anexionistas. No han votado y ni siquiera han consultado a las bases del PSN-PSOE en Navarra. Si no se ha consultado a las bases de su propio partido, ¿alguien puede esperar que se consulte al pueblo navarro? Quien lo crea aún no ha calado el efecto pinocho del cínico y mentiroso Zapatero.

En realidad, como nos explica El Semanal Digital, para la anexión de Navarra al País Vasco, la Constitución no impone realizar un referéndum en Navarra sino en ambas comunidades y, por ello, Zapatero y el PSN-PSOE pueden convocar un refrendo conjunto entre ambas comunidades. Ello haría posible la anexión de Navarra al País Vascos incluso con el voto en contra de los navarros en tal referéndum. ¿Alguien duda a estas alturas del bien probado cinismo de ZP?.

Ni en su propio partido se fían de Zapatero y sus secuaces, Fernando Puras y Javier Torrens, quienes se creen pretenden con palabras y frases ambiguas imponer su criterio al pueblo. Por eso ex altos cargos del PSN-PSOE, incluidos Lora Eguren y José Javier Arraiza, se han sumado a la iniciativa de Ciudadanos de Navarra para oponerse al anexionismo vasco de Navarra.

Zapatero ha impuesto candidatos anexionistas en el socialismo navarro, es decir, ha impuesto en el PSN-PSOE candidatos anexionistas, Fernando Puras y Javier Torrens, quienes a su vez han impuesto en las listas electorales a sus fieles. Por tanto, si los ciudadanos navarros permiten al PSN-PSOE tomar el poder en alianza con los independentistas vascos, Navarra entrará, quieran o no quieran los navarros, en la vorágine fascista, nazi, que llaman Euskalerría, mediante un refrendo conjunto.

Para colmo, los Batasunos ha expuesto públicamente y sin pudor alguno el siguiente chantaje al que ha de ceder Zapatero: "sin Navarra no queremos nada". Es decir, o nos entregáis Navarra o matamos. Como toda mente sensata, ceder a un chantaje, conlleva el siguiente. Una vez anexionada Navarra se multiplicaría espectacularmente el poder del independentismo vasco, incluido el de su capacidad de financiación y "acción" terrorista. Y por supuesto la espiral chantajista se dispararía.

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