Muy poco le importa o preocupa a la población el montaje nacionalista, tal como se ha probado en el reciente referendo sobre el nuevo y manifiestamente incostitucional estatuto de Cataluña.
¿Qué le importa a la población? El dinero. Vivir bien.
El poder de los independentistas en España proviene exclusivamente de este estado cuasi comunista en el cual vivimos. El estado español, tras estos años de ZP, llega ya a recaudar el 38% del Producto Interior Bruto. Al menos la mitad de esa recaudación va a parar a las comunidades autónomas, resultando en un clientelismo "gratis": ¡las comunidades no recaudan pero regalan!.
Además del 38% del PIB recaudado, los políticos (autonómicos) manejan la sanidad y seguridad social (pensiones, seguro de desempleo, etc.) que se cobra mensualmente a empresas y a trabajadores independientemente de ese 38% recaudado en impuesto. El monto total del presupuesto de sanidad y seguridad social no anda lejos de lo recaudado en impuestos.
Finalmente, los políticos autonómicos (las fusiones han hecho que no sean provinciales sino autonómicos) controlan las Cajas de Ahorros, multitud de empresas públicas, fundaciones, televisiones, etc.No es exagerado decir que los políticos manejan directamente el 80% de la economía española, manejando directamente todos esos presupuesto. Y lo no controlado por presupuestos, lo tienen controlado por normativas ("regulaciones"). Toda la población y empresas, hasta los bancos dependen del político de turno, lo cual conlleva corrupción masiva y clientelismo. Como el dinero se gasta autonómicamente, el beneficiario del clientelismo son los nacionalistas. Y el político regional, sea cual sea, es consciente de que cuanto más poder obtenga... más dinero para su bolsillo.
Vivimos en un auténtico estado cuasi comunista y del cual parece no existir escapatoria. ¿O sí? Sí, porque proviene de una perversión socialista y nacionalista del mundo. Hay soluciones... antisocialistas y antinacionalistas. Socialismo y nacionalismo se basan en la intromisión cohercitiva y asfixiante del estado en los derechos del individuo. ¿Soluciones sin reformar la Constitución Española?.
- Drástica reducción de impuestos. Conllevaría una mejora en la competitividad y prosperidad del país y reduciría drásticamente el clientelismo independentista. La población se dedicaría a producir, mejorar la productividad, innovar... y no a depender del estado... independentista. Y las comunidades a dejar de dilapidar ese dinero, pues ya no se cobraría, en políticas que llegan al tope del disparate. (Dicho sea de paso, ¿cómo podemos competir si EEUU recauda un 28% de impuesto y nosotros un 38%, respecto del PIB?).
- Privatización de las Cajas de Ahorros. De la noche a la mañana, de un plumazo.
- Drástica liberalización de los sectores controlados por el gobierno y el parlamento españoles.
- Drástica liberalización delos sectores controlados por las comunidades autónomas en las cuales gobiernen partidos liberales (¿PP, quizá, si se convence del liberalismo?), lo cual forzaría la liberalización en las comunidades vecinas en efecto dominó por pura competencia entre ellas. Por ejemplo, si el PP no consiguió el respaldo de Tribunal Constitucional para su liberalización del suelo, por invadir competencias de las comunidades autónomas, ¿por qué no hizo la liberalización profundamente en todas las comunidades?. Ese tipo de incongruencias no pueden ser permitidas en un partido nacional y sus dirigentes locales deben saber que la inconguencia les va a pasar factura por su respaldo de facto a las tesis socialistas (y nacionalistas) del intervencionismo del estado. La derecha ha de ser liberal, es su esencia, y ha de ser coherente en cada decisión con el liberalismo.
Estas soluciones se aplican en estilo big-bang y sin complejos. La población vive la dependencia del estado porque se le ha forzado a vivirla.
Puede que inicialmente los poderes locales del Partido Popular no se atrevieran, pero la población conoce lo que es la prosperidad cuando se liberaliza la economía y, como dicen los progres, cambiaría el marco conceptual. Si la economia va bien con menos impuestos y menos normas, a ver quien es el guapo que después se atreve a multiplicarlos de nuevo y arriesgarse además a un revés económico. Por ejemplo, la ley de déficit cero fue furiosamente criticada y ahora mantenida por un sociata barato.
Si Aznar, con sus tímidas políticas liberales, consiguió tan buenos resultados, imaginemos lo que conseguiría un líder con menos complejos, un Reagan o una Thatcher españoles. Pero no lo veo yo en la actual generación de políticos.
ResponderEliminarEstoy cansado de esperar a que cambien las cosas, pero no se que debo hacer de las cosas que puedo hacer. España no necesita a un político, necesita a un español sin complejos y con mano de acero. Yo soy demasiado joven, mi condición me incita mas a la espada que a la pluma. Rezo a Dios todas las noches para que aparezca alguien cualificado, capaz de hacer todo lo que dice. Aun que, a Dios rogando y con el mazo dando.
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