Ahora el intervencionismo en España llega a constituirse en un onanismo comupulsivo en el cual cada orgasmo se obtiene gracias una nueva medida intervencionista. Para ayudar en su onanismo se lubrica con la palabra "especulador" sin saber si esa palabra tiene significado alguno coherente o cual puede ser el que tenga. Eso sí, orgasmean con cada ocurrencia intervencionista. Especialmente los cargos políticos pues con ello descubren un nuevo sillón desde el cual vivir a cuenta de quienes realmente trabajan.
Ahora los nacional socialistas está en alocada carrerra lanzados a disparar el Impuesto de Bienes Inmuebles de la segunda vivienda. Según ellos de la "vacía". Vaya estupidez. ¡Claro que tienen problemas para aplicarla!. Es un atraco a mano armada, con las armas de fuego del estado. Lo que ellos llaman pisos vacíos son segundas viviendas (¡cuanta población trabaja y por tanto reside por la semana en un lugar y vive el fin de semana en otro!), viviendas de estudiantes (miles en Satiago de Compostela), viviendas en litigio familiar (¡buena forma de acabar de destrozar a una familia cargando impuestos a un asunto que no pueden resolver!), personas que se compran una vivienda en España mientras trabajan en Alemania (¡cuanto dinero ha entrado en Galicia gracias a esto!), residencias de verano (cuánta gente gusta de volver a su tierra a pasar las vacaciones trabajando en otro lugar), viviendas compradas porque el tener el dinero duramente ganado ahorrado de modo seguro es casi imposible en este país lleno de ladrones comunistas comenzando por Touriño que salió del Partido Comunistas solo simbólicamente pero continúa en él mentalmente y finalmente... ¡la vivienda que los padres compran para sus hijos!.
Quizá quien tenga ahorrillos volverá a comprar joyas y oro para esconderlo en casa a salvo del estado o a mandarlo a Suiza si puede, porque si no es en viviendas ya no sé en qué podrá la población española guardar el fruto de su trabajo.
Pues en este momento lo que van a provocar con esa medida es paralizar la construcción y hundir el mercado de trabajo. Desincentivar al ciudadano a tener varias residencias es de tarados socialistas. Es desincentivar la actividad económinca creadora de buena parte del empleo en este país. Si quieren bajar el precio de la vivienda, como ya he escrito muchas veces, que liberalicen radicalmente el suelo e incrementen el volumen de edificación (incluidas más plantas). Es decir, aumentar el número y superficie de viviendas construibles. Todo lo contrario a lo que hacen.
¿Pero qué se puede esperar del fascismo? Pues eso, socialismo y nacionalismo, lo peor de lo peor todo junto, fascismo.
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