Nueva muestra del único saber de los sociatas: empeorar los problemas usando subvenciones, impuestos e intervencionismo.
Como la vivienda, sea por compra o por alquiler, está cara, solo se les ocurre subvencionar. En este caso subvencionar el alquiler a los menores de 30 años. El resultado evidente, según una sólida ley de la naturaleza, es decir, según la Ley de la oferta y la demanda, será una presión alcista sobre los precios. El resultado final: el subvencionado tendrá el piso más caro y el no subvencionado estará doblemente perjudicado pues le cobran en impuestos el dinero usado para encarecerle la vivienda.
Por supuesto liberalizar el suelo y asegurarse que los ayuntamientos y comunidades autónomas no lo usan para fines de financiación legal e ilegal no pasa por su cabeza.
La ley de liberalización del suelo aprobada por el Partido Popular en su día fue rechazada por el Tribunal Constitucional por considerarla un asunto de las comunidades autónomas. Pues por un camino u otro, Gobierno o comunidades autónomas, es la única solución: incrementar la superficie edificable y el volumen de edificación. En otras palabras, liberalización del mercado inmobiliario. ¿Se le ha ocurrido a los sociatas, tan preocupados por modificar la Constitución Española en bobadas, modificarla para liberalizar el suelo o al menos hacer tal liberalización a través de las comunidades?. Por supuesto que no, sería admitir el fracaso del intervencionismo.
Por desgracia, subvencionando la vivienda, la única forma de que los precios se hagan más asequibles es una crisis económica. En ese caso, ni la presión alcista de las subvenciones conseguirán subir los precios pues mucha población irá al paro y con ello se hundirá la demanda de viviendas.
En resumen, subvencionar un bien es presionar parar encarecerlo. El resultado contraproducente, como siempre.
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